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lunes, 22 de junio de 2009

AFRONTAR EL CÁNCER

Es bastante probable que conozcas a alguien que ha tenido cáncer, como un familiar mayor que tú o un pariente de algún amigo tuyo. Pero a veces el cáncer también afecta a los adolescentes y, cuando la persona afectada eres tú, entonces la palabra cáncer adquiere un nuevo significado, un significado que puedes vivir como algo sumamente personal y aterrador.

Si te han diagnosticado un cáncer, deberías saber que, aunque no es habitual que la gente desarrolle un cáncer durante la adolescencia, no estás solo. La buena noticia es que la mayoría de adolescentes que tienen cáncer sobreviven y pueden volver a llevar una vida normal. Lee este artículo para aprender cosas sobre cómo afrontar el cáncer en el caso de que tú o alguien que conozcas lo padezca.
Infórmate sobre el cáncer

La palabra cáncer, en realidad, abarca un conjunto de enfermedades, en vez de referirse a una sola. Lo que todas ellas tienen en común es que las células del cuerpo (las diminutas unidades que componen todos los seres vivos) se comportan de forma anormal, creciendo y multiplicándose de forma incontrolada, y acaban formando tumores.

Mucha gente que tienen cáncer (o que conoce a alguien que tiene cáncer) encuentra que informarse sobre él ayuda a entender mejor su situación y a tener la sensación de que la controlan más. El hecho de estar informada sobre el cáncer, ayuda a la gente a sentirse más preparada para hacer preguntas relevantes y para responsabilizarse de las opciones terapéuticas.

El cáncer tiene su propio vocabulario, y los médicos a veces se olvidan de que la gente que no sabe medicina puede no entender algunos términos y expresiones. Si hay algo que no entiendes, pide que te lo expliquen. La mayoría de los médicos están encantados de explicar las cosas de un modo que sus pacientes puedan entender. Las personas que tienen cáncer a menudo cuentan con un equipo médico especialmente formado para trabajar con ellos a fin de ayudarles a luchar contra la enfermedad. Por lo tanto, si en algún momento no puedes acceder a tu médico, probablemente una enfermera oncóloga (especializada en el tratamiento del cáncer) podrá responder a tus preguntas.

Otra forma de entender el cáncer y aprender cosas sobre él es leyendo. Podrás encontrar toneladas de información en bibliotecas públicas, librerías y en Internet. De todos modos, deberás tener presente que puedes encontrar información (sobre todo en Internet) incorrecta o que se ha quedado anticuada. Si en tu búsqueda encuentras información que difiere de lo que te ha dicho el médico, asegúrate de preguntarle al respecto.

Las personas que tienen cáncer y sus familias a menudo encuentran ayuda y consuelo en el hecho de compartir sus experiencias y aprender de otras personas que han pasado por lo mismo. Hay diversas formas de compartir estas experiencias - desde los chats de Internet de las páginas sobre cáncer hasta los grupos de apoyo de carácter local donde la gente puede relacionarse cara a cara. Pídele a tu médico que te ponga en contacto con este tipo de recursos y que te recomiende algún grupo para personas afectadas por el cáncer. Aunque no hay dos pacientes que tengan exactamente las mismas experiencias, a veces va muy bien saber que no estás solo.
¿Cómo puedo cuidarme desde el punto de vista físico?

Desde que eras pequeño, probablemente habrás oído una y otra vez que alimentarse bien y descansar lo suficiente son dos de las formas más importantes de mantenerse sano. Para las personas a quienes les han diagnosticado un cáncer, seguir una dieta nutritiva y equilibrada y dormir mucho son dos buenas formas de mantenerse lo más sanas posible durante el tratamiento.

Las personas que se están sometiendo a quimioterapia o radioterapia pueden necesitar ayuda para alimentarse bien debido a que los efectos secundarios de estos tratamientos pueden incluir pérdida del apetito y náuseas. Puede ayudar el hecho de consultar a un dietista, un profesional que puede diseñar un plan dietético adaptado específicamente a las necesidades de cada paciente.

Practicar ejercicio también puede ayudar a una persona a mantenerse lo más sana posible durante la recuperación. Si estás recibiendo tratamiento para el cáncer, tu médico te indicará si debes hacer ejercicio, con qué frecuencia e intensidad y si te iría bien la fisioterapia. Una vez puedas hacer ejercicio, averigua qué tipo de ejercicio puede ayudarte a ponerte fuerte y a proporcionarte energía. Hasta pasear tranquilamente puede ayudar a que una persona con cáncer se encuentre mucho mejor.
¿Cómo puedo cuidarme desde el punto de vista emocional?

Es natural que una persona, al enterarse de que tiene cáncer, sienta muchas emociones. El enfado, el miedo, la tristeza y la ansiedad son reacciones habituales ante el hecho de padecer una enfermedad grave.

Los sentimientos y las preocupaciones pueden resultar angustiosos y agobiantes cuando uno se los guarda para sí mismo. Es importante expresar esas emociones y pedir y aceptar ayuda para poderlas elaborar. Algunos de los profesionales con quienes puedes hablar son los trabajadores sociales, los sacerdotes y los psicólogos y psiquiatras. También puedes compartir tus sentimientos con adultos de confianza, como familiares, buenos amigos o los miembros del grupo de apoyo de afectados por el cáncer.

También te puede ayudar conocer a otros adolescentes que tienen cáncer. Puedes intercambiar información e ideas y aprender cómo otros chicos y chicas de tu edad han conseguido afrontar la enfermedad. También hay muchas organizaciones médicas dedicadas a apoyar a los afectados del cáncer, y algunas tienen páginas web, así como números de teléfono gratuitos para facilitar el acceso a los afectados.

Sobre todo, recuerda que, aunque puedes tener cáncer, primero eres una persona y luego un paciente. El cáncer no es tu identidad; simplemente es una enfermedad que tú estás intentando superar.
¿Cómo puedo ayudar a alguien que tiene cáncer?

Si un amigo o un familiar tuyo tiene cáncer, lo más importante que puedes hacer es ¡seguir siendo tú mismo! Mucha gente que tiene cáncer se lamenta de que las personas a quienes quieren, de repente, empiezan a tratarlas de forma diferente o bien se alejan completamente de ellas.

Es natural experimentar miedo, ansiedad o incluso enfado cuando una persona a quien aprecias mucho tiene cáncer, pero no permitas que eso te impida estar a su lado y ofrecerle tu apoyo. Tal vez necesites ayuda para afrontar esas emociones tan intensas, y hay muchos lugares adonde puedes acudir. Muchos hospitales tienen grupos de apoyo para familiares y amigos de personas con cáncer. O puedes hablar con un adulto en quien confíes para que te asesore y te tranquilice. También puede visitar páginas web relacionadas con el cáncer. Otra forma de ayudar a las personas con cáncer es considerando la posibilidad de colaborar como voluntario en un hospital o clínica donde se trata a gente con cáncer. El voluntariado es una forma excelente de mostrar tu apoyo.

Si a un buen amigo tuyo o un familiar le han diagnosticado un cáncer, es posible que tenga constantes altibajos en su estado de ánimo. Estar internado en el hospital o tener que quedarse en casa mucho tiempo para descansar puede hacer que una persona se sienta sola y aislada. A la mayoría de la gente que tiene cáncer le gusta tener a sus amigos y familiares a su alrededor, incluso aunque las visitas sean breves y no haya mucho que contar. Si no estás seguro de si deberías visitar a un enfermo de cáncer, pegúntaselo. Aunque tengas el horario muy apretado, puedes seguir en contacto con él de otras formas, como escribiéndole cartas, habando con él por teléfono o utilizando el correo electrónico. Este tipo de cosas ayudan mucho a levantar el ánimo a una persona que se está enfrentando a un cáncer.

No olvides nunca que la persona que te preocupa simplemente está enferma. A pesar del cáncer, sigue siendo la misma persona de antes, a quien conoces y a quien tanto aprecias.

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